En el Guayrá, una misión jesuítica en el medio de la selva, el padre Antonio Ruiz y su fiel ayudante, el padre Jesús Maceta, viven sus días imbuídos en un cristianismo profundamente creyente e igualmente alucinado. Entre aborígenes y niños músicos que siguen sus enseñanzas y sus órdenes, los días y las aventuras se suceden. El cristianismo de la misión está repleto de leyes y prohibiciones, que en primera instancia parecen caprichosas. Para que no falte nada, se presenta Overá, que se dice Hijo de Dios, nacido de “un rayo de luz guardado nueve meses en un cántaro”, y hermano de Jesús. La presencia de Overá desconcierta y trastoca la vida de la misión.